lunes, 6 de mayo de 2013

Discurso de su hijo Fernando...

Les dejo el discurso de despedida que mi hermano Fernando preparó y leyó en la Iglesia al momento de despedir a Mamita. Sé que muchos de uds. y me incluyo, lo amamos, porque fue demasiado lindo. Acá va...
"Mi mamá me mima. Mi mamá me ama. Amo a mi mamá.

Estas son las frases que primero aprendemos cuando nos enseñan a leer. Son simples, musicales y cercanas. Porque de niños todos hemos sentido el amor de una madre en sus mimos, en su preocupación, en su enseñanza. Y a nosotros nos tocó compartir mamá con cientos de otros niños a quienes ella enseñó a leer y escribir en la escuela básica. En ellos, mi madre descubrió su pasión por enseñar, por sacarlos adelante a punta de esfuerzos. Porque ella conoció desde pequeña las dificultades. Nos contaba cómo de pequeña caminaba varios kilómetros al día para llegar a estudiar a su escuela, y de cómo fue motivada a hacer del estudio una herramienta de crecimiento para ella y su entorno. Y es que ella siempre enseñó desde el ejemplo, era de las que son consecuentes por sobre todas las cosas, de las que más que enseñar, irradian luz a la vida de los que la conocen. Es que no enseñaba sólo a leer y sumar, enseñaba que el esfuerzo es lo que produce las recompensas, enseñaba que la familia es nuestro gran tesoro, que las amistades valen más que cualquier cosa material, que la fe es la energía que te mueve cuando tu cuerpo ya no puede hacerlo.
Vivio su vida a partir de la humildad, del esfuerzo, de tirar pa`delante, cargando cruces más pesadas de lo que su menuda figura parecía soportar. Siempre encontrando la forma de superar sus problemas sin reclamar ni quejarse. Cuando tuvo problemas con su voz, hacía clases con micrófono; cuando perdió gran parte de la visión, usó su memoria para aprenderse todo lo que ya no podía leer; cuando perdió su movilidad, usaba a su familia para que le hiciera lo que necesitaba: nada era capaz de detenerla cuando quería lograr algo.

Si, tuvo una enfermedad maldita, larga y dura, pero ella le dio una lucha heroica, como jamás nos imaginamos que alguien tan frágil pudiera. La última lección que nos enseñó fue de fortaleza interior, de no rendirse jamás, de nunca dar una pelea por perdida, de mantenerse viva en la fe. Debemos reconocer que nosotros nos rendimos antes, al verla sufrir tanto, y tuvimos que pedirle que abandonara la pelea para irse en paz.


Estamos tranquilos, todos los que la conocimos, porque sabemos que sus lecciones quedan grabadas a fuego en nuestras vidas, sus recuerdos son imborrables, y su amor, su enorme amor, está repartido y alcanza para todo el mundo. Nos dejaste con tu partida una paz que no esperábamos como regalo, alojaste un pedacito de ti en cada uno de nuestros corazones, para mantenernos calmados y unidos.


Adiós mamá, amiga, maestra. Te amo como sólo se puede amar a alguien como tú: infinitamente.


Mi mamá nos mima, mi mamá nos ama, amamos a mi mamá".

1 comentario: