Viernes Santo en el hospital. Seguramente si no hubiera
pasado nada, mi mamita hoy estaría en un retiro. Pero bueno… así son las cosas.
Hoy nuevamente me fui contento a la casa. Otra vez me voy con la impresión de
ver una mejoría en la recuperación de mi viejita. Esta vez, con la ayuda de mi
prima Ceci, fonoaudióloga recién titulada, que le hizo algunos ejercicios de
deglución y de “hablamiento”. Por un lado, se dio cuenta que era capaz de tomar
agua solita, que tiene una deglución bastante buena, aunque el esfuerzo de
mover esos músculos la agota demasiado. Por otro lado, al solicitarle que
intente contar del 1 al 10, balbuceó algunos sonidos, y ella informó que el
número cuatro se escuchó clarito. Así que por ese lado al menos va avanzando
firme, y en poco tiempo ya podrá rezar y cantar sus oraciones ella solita.
Por último, Al intentar darle un poco de movilidad a su lado
derecho, el paralizado, me di cuenta que mi mamá tiene sensibilidad en esa
parte del cuerpo. Ella sintió cuando le doblaba y estiraba sus deditos, y
cuando le daba leves pellizcos en su pierna. Esto me llenó de alegría, pues si
bien no puede mover esta parte del cuerpo, poco a poco está recuperando la
sensibilidad. Todas estas acciones, sin embargo, es difícil intentarlas en la
hora de visita, pues después de la comida siempre se siente muy adolorida y
algo fatigada, por lo que tampoco uno quiere presionarla a que se mueva mucho.
En fin, traté de ir a verla en la tarde, a ver si podía confirmar los progresos
que mostró en el horario de visita, pero los guardias me lo negaron por orden
superior... tendrá que ser hasta mañana.
Excelente Mamita! que feliz me pone que te estés recuperando... al parecer va a ser una más de tu larga lista de enfermedades superadas. Hoy y siempre confiaré en tí en tu fuerza de mujer, y en tus ganas de salir adelante como siempre me enseñaste a hacerlo ante las dificultades. :) Te amo muchísimo <3
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