A mi hermosa Mamita

A los queridos amigos y fans de mi Mamita:
Estos dos últimos días han sido muy duros, y sé que tengo la misión de informar a todas las personas que leen a diario este blog, porque como yo, sé que ansían saber como está mi Heroína.
Me he dado coraje para escribir hoy, martes 30 de abril, este post, con lágrimas en mis ojos y con el corazón roto, pero tranquilo. Sé que mi Mamita, me estaría dando ánimos para cualquier cosa si es que me faltan las fuerzas o ya no puedo más con algo que me agobia o me estuviera perturbando.
Me diría así "vamos Moñita, tú puedes hacerlo, descansa hoy, mañana será otro día y tendrás la fuerza para lograrlo", mientras me acaricia mi pelito y yo lloro en su regazo... Siempre fue así en mis momentos difíciles.
La verdad amigos, es que después de este veranito de San Juan que fue el domingo, donde vimos a Mima tan bien, atenta, despierta, consciente de todo lo que uno le decía, ayer Lunes todo se vino cuesta abajo. A mediodía y después de haber hablado largamente con el doctor junto a la tía Gena en el Hospital, estaba completamente decidida a llevar a Mamá a Santiago a como diera lugar, ya que el doctor estaba tirando la esponja con los exámenes resultantes. Ansiaba encontrar a un reumatólogo y hematólogo que pudiera descubrir la causa de todo y combatirla desde ahí. El lupus no se saldría con la suya me dije a mi misma, voy a hacer lo que sea para que mi Mamita esté bien. Estaba en eso, en la casa averiguando todo, cuando me llega un mensaje de texto de la Camila "Por favor llámame". Siempre me los manda, y siempre me da un dolor en la guata temiendo lo peor. La llamo. No me contesta. La llamo de nuevo. Me contesta la enfermera de turno. Y me dice "Usted es la hija de la Señora Isabel?, por favor véngase de inmediato, su Mamá se está agravando", yo le pregunto, que le paso? y me contesta "Hemorragia pulmonar"... Salimos corriendo con el Fernan a todo lo que pudimos... en el camino la enfermera nos vuelve a apurar por teléfono, ya estábamos casi en el Hospital. Cuando llegamos hablamos con el doctor que la está tratando y la jefe de la UCI. Muy malas noticias. Nos dicen que la situación de mi Mamita es gravísima. No voy a entrar en detalles de su condición actual, porque la verdad es que no quiero alarmarlos ni tampoco quiero que se la imaginen mal. Solo les puedo decir, que mi Mamita sigue luchando, hora tras hora, minuto a minuto. No sé de dónde saca fuerzas, la verdad es que es un misterio. Anoche estábamos todos sus hijos con ella. Nos despedimos de ella como si fuese el último día. Todavía no podemos creer lo rápido que ha sucedido todo esto. Yo no quiero imaginar una vida sin ella, pero tengo que empezar a hacerme la idea, y es devastador.
Le he pedido a Diosito que la ayude, que no la haga sufrir, la ilumine a ella y a nosotros, y que sea su voluntad. Yo me he quedado con el corazón llenito de su infinito amor. No solo de amor por mi y para sus hijos, para mi papá o para su familia. Ese amor incondicional al prójimo, esa entrega desinteresada y solidaria con las personas que más sufren, quizás en menor o igual medida que ella.
Ahora amigos, puede pasar cualquier cosa, en cualquier momento. Les pido que recen por ella, por su paz, por los que estamos diariamente luchando con ella... ella así lo querría si yo estuviese en su lugar o en el lugar de cualquiera de nosotros... Mamita, yo ya te dije todo, nunca dejamos de amarnos, de abrazarnos, de regalonearnos, de demostrarnos cuántos nos queríamos... mi amor por tí es infinito, como infinito era también tu amor por nosotros... te amo con todo el corazón de aquí a la eternidad.